Se dice que la historia del aguacate en México inicia en Puebla.

Y la evidencia más antigua de su consumo se remonta al año 10,000 a.c., con base en restos arqueo botánicos encontrados en la cueva de Coxcatlán, ubicada en el Valle de Tehuacán.

Este fruto era uno de los tributos que los aztecas recibían por parte de los pueblos conquistados en Mesoamérica, particularmente del poblado Ahuacatlán en el estado de Puebla, que significa “lugar donde abunda el aguacate”.

Varios cronistas de la conquista, como Bernal Díaz del Castillo o el doctor Francisco Hernández, médico personal del rey Felipe II y connotado botánico, publicaron maravillados sobre las facultades atribuidas al aguacate.

Sin embargo, fue hasta 1911 cuando el cultivo del aguacate cobró auge, cuando se introdujo en California una variedad proveniente de la región de Atlixco y Huaquechula, Puebla. El llamado Aguacate Padre.

Hoy en día en la región Atlixco en Puebla se cuenta con alrededor de 5,000 hectáreas sembradas con árboles de aguacate, y producen un promedio de 16,000 toneladas de aguacate al año, considerándose a Puebla en el 7o. lugar a nivel nacional en la producción de aguacate.

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